(1741-1769) San Felipe, no obstante, no era irreductible. La precipitación en el ataque inglés por el flanco mejor defendido fue un grave error estratégico, por ello, al reanudarse las hostilidades en 1762 con la toma de La Habana por Inglaterra […]
San Felipe, no obstante, no era irreductible. La precipitación en el ataque inglés por el flanco mejor defendido fue un grave error estratégico, por ello, al reanudarse las hostilidades en 1762 con la toma de La Habana por Inglaterra se ordena al ingeniero Antonio de Arévalo mejorar la fortificación del castillo. Desde 1762 hasta 1769 se construyen una serie de baterías colaterales que adaptándose a la peculiar orografía del cerro hacen del mismo lugar casi inexpugnable.
Estas baterías, San Carlos y Los Apóstoles en el sector norte, El Hornabeque también al norte, La Cruz orientada al noroeste, Santa Bárbara también al noroeste, La Redención situada entre La Cruz y Santa Bárbara, y San Lázaro defendiendo el flanco meridional, proporcionaban al castillo un total de 63 cañones de diferente potencia de fuego que impedían la toma de alguna de ellas sin ocupar la totalidad del complejo.
Arévalo también dotó a San Felipe con un sistema de galerías y pasadizos para facilitar el tránsito de las tropas, cuarteles subterráneos con capacidad para albergar a 350 hombres en caso de asedio, galerías y en la batería de San Lázaro, aljibes de gran capacidad para surtir de agua a la guarnición en caso de un asedio prolongado. Además, el cerro fue perforado con una galería magistral casi a nivel del mar que, bifurcándose en ramales ciegos, permitía colocar explosivos para mermar las tropas enemigas en su aproximación al fuerte.
La traza de San Felipe no se correspondía a la geometría clásica que predominaba en Europa debido a su adaptación a la orografía, por esta razón a finales del siglo XVIII se planteó en repetidas ocasiones su demolición y la construcción de un nuevo San Felipe más acorde con los planteamientos poliorcéticos de la época; pero la falta de una justificación real, su enorme costo y la falta de fondos, impidieron la realización de todas y cada una de las propuestas presentadas.