Pese a que Cartagena de Indias conserva gran parte del conjunto de fortificaciones militares construido durante la Colonia, algunas de estas defensas no sobrevivieron. Mientras que unas cayeron en la obsolescencia, otras fueron derribadas por los ataques enemigos que no […]
Pese a que Cartagena de Indias conserva gran parte del conjunto de fortificaciones militares construido durante la Colonia, algunas de estas defensas no sobrevivieron. Mientras que unas cayeron en la obsolescencia, otras fueron derribadas por los ataques enemigos que no dejaron rastros de las que en su momento fueron obras de ingeniería sobresalientes.
Entre las defensas desaparecidas se cuentan El Boquerón (1566), que se erigía en la Isla de Manga; las Baterías de Santángel (1617), en Bocagrande; la Batería de San Matías (1567), en donde hoy queda El Laguito; y el Fuerte de San Luis (1646), en Bocachica.
Fuerte del Boquerón
El fuerte del Boquerón, erigido en 1566, fue la primera construcción defensiva de la bahía de Cartagena. Emplazado en la isla de Manga, donde hoy se encuentra el fuerte de San Sebastián del Pastelillo, controlaba el acceso al puerto interior. El gobernador Antón Dávalos de Luna ordenó su construcción, siendo los vecinos Bartolomé Sánchez y Diego Polo los encargados de erigir el fuerte que era una torre terraplenada de 10 o 12 pies de altura, una traza de marcado carácter medieval.
Finalizada su edificación en 1568, el Boquerón cerraba todas las noches la entrada al surgidero mediante una cadena. Cumplió su función defensiva hasta 1743, cuando el virrey Sebastián de Eslava consciente de la importancia estratégica de su ubicación, ordena al ingeniero Juan Bautista Mac Evan la construcción de un nuevo fuerte que sustituya al Boquerón, el San Sebastián del Pastelillo.
Fuerte de San Matías
San Matías, el segundo fuerte de la bahía, fue construido por orden del gobernador Pedro de Acuña en 1567 en Punta Icacos, en el suroeste del actual Laguito. A finales del siglo XVI la fortificación se encontraba en estado de ruina debido a los temporales y aunque fue refundado en 1602 por iniciativa del gobernador Jerónimo de Zuazo, San Matías perdería importancia en favor del futuro fuerte de Santa Cruz, situado en Punta Judío. Una Real Cédula de 1626 ordena el desmantelamiento del San Matías, que será efectiva dos años después. Los restos del fuerte desaparecieron por completo a finales del siglo XVIII; cuando se construye el malecón de Bocagrande y queda sumergido bajo las aguas de la bahía.
Santángel de Bocagrande
La bahía tuvo, en un primer momento, su principal punto de acceso en el paso de Bocagrande y por esta razón, fue uno de los primeros puntos en ser fortificados en la historia de Cartagena. En la Isla de Tierrabomba se encontraba un fuerte que complementaba la acción defensiva del fuerte situado en Laguito, el Santángel.
Desde finales del siglo XVI la defensa de Bocagrande recaía sobre el fuerte de San Matías, situado en Punta Icacos, hoy la parte más occidental del llamado Laguito. Al considerarse esta fortificación insuficiente el gobernador Jerónimo de Zuazo se plantea en 1602 reforzar la entrada a la bahía con un nuevo fuerte situado en isla de Tierrabomba, el futuro Santángel.
Se construyó un primitivo fuerte que, en 1617, el gobernador Diego de Acuña quiso ampliar siguiendo un diseño de Cristóbal de Roda que añadía un recinto amurallado de planta de estrella irregular de cinco puntas, un almacén, un aljibe y los alojamientos de la tropa. El cambio en la estrategia defensiva de la bahía, centrada en la protección desde el interior de la misma, terminará con el desmantelamiento de la plataforma del Santángel autorizada por una Real Cédula de 1626. Ningún resto ha sobrevivido hasta nuestros días y sólo conocemos su traza gracias a los documentos antiguos.
San Luis de Bocachica
San Luis fue el primer fuerte de Bocachica, diseñado por el ingeniero Juan de Somovilla en 1646. Su construcción se dilataría hasta 1661 debido a la falta de fondos, siendo el ingeniero militar Juan Bautista Antonelli desde 1646 hasta su muerte en 1649 el responsable de su edificación.
El castillo tenía una base cuadrada con cuatro baluartes regulares en los ángulos, contaba con foso húmedo con camino cubierto, un puente estable, dos aljibes, un patio de armas, una puerta de socorro orientada al oeste y la puerta principal en el frente del este.
Lamentablemente, la azarosa historia de Cartagena de Indias no ha permitido que San Luis se conserve hoy en día. En 1697 fue rendido y en parte arruinado por el Barón de Pointis, obligando a su restauración entre 1719 y 1728 por Juan de Herrera y Sotomayor. Peor suerte corrió durante el ataque de Vernon, quedando completamente destruido en 1741. No será reconstruido, prefiriendo levantar en su lugar el magnífico San Fernando de Bocachica que hoy conservamos.