Bocachica también contó con unas baterías que reforzaban su defensa en el oeste de la isla, las llamadas de Santiago (la mayor con once cañones), San Felipe y Chamba. En el ataque a la ciudad por parte de Vernon en […]
Bocachica también contó con unas baterías que reforzaban su defensa en el oeste de la isla, las llamadas de Santiago (la mayor con once cañones), San Felipe y Chamba. En el ataque a la ciudad por parte de Vernon en 1741 resultaron ineficientes y fueron rápidamente destruidas. Nunca se repararon y todavía hoy pueden verse los restos que han sobrevivido al paso del tiempo.