La creencia más conocida sobre la participación africana en la historia de Cartagena de Indias y sus Fortificaciones, es que fue esclavizada para realizar trabajos en haciendas, estancias y construcciones civiles y militares de la ciudad.
Sin embargo, sin desconocer que de hecho esto sí sucedió, la población africana tuvo una gran injerencia en el desarrollo social y económico de Cartagena de Indias, realizando actividades que iban desde el abastecimiento alimentario, el trasporte de mercancías, proporcionar mano de obra calificada, hasta pertenecer a la milicia.
Hoy en el marco del Día Nacional de la Afrocolombianidad queremos contarte más sobre esos roles de la población negra en Cartagena de Indias, los cuales constituyen tradiciones, saberes y oficios que seguimos viendo en la actualidad.
1. La pesca y la cosecha de la población afro abastecieron de alimentos la ciudad.
Como las huertas existentes en la ciudad para los siglos XVII y XVIII, no producían lo necesario para alimentar a una población de 25.000 habitantes según el censo de 1810, los alimentos proporcionados por las poblaciones afro aledañas, que realizaban largas jornadas de pesca en lo que hoy conocemos como La Boquilla, y que también sembraban la tierra en parcelas o pequeñas fincas, entraban a la ciudad por la puerta de Santa Catalina, donde se ubicaba la Aduanilla para pequeños productos.
Tomada de ‘Geografía pintoresca de Colombia. La Nueva Granada vista por dos viajeros franceses del siglo XIX’. Saffray, Charles, 1833-1890.
De este modo, los productos introducidos por este lugar garantizaban el abastecimiento de una ciudad que corría el permanente riesgo de sufrir un sitio militar, dejando ver la importancia de sus oficios para la estabilidad de Cartagena de Indias.
Puerta de Santa Catalina. Archivo Etcar – Fortificaciones.
2. Cuando escaseaba el agua, los negros libres la comerciaban.
El agua potable siempre fue un problema en Cartagena de Indias, por eso existían 235 aljibes particulares y 2 en los baluartes (Santa Catalina y Santo Domingo), según el informe de 1808 elaborado por el ingeniero Militar Manuel Anguiano.
Aljibe del baluarte de Santa Catalina. Archivo Etcar – Fortificaciones.
Sin embargo, tener aljibes no solucionaba la situación del todo, ya que, según el mismo informe las lluvias cesaban durante varios meses y todas las viviendas no tenían aljibe. Por ello, muchos negros libres asentados en la isla de Getsemaní se lanzaron al comercio del agua, al notar la necesidad de este líquido vital en la vida cotidiana de los cartageneros.
Tomada de ‘Geografía pintoresca de Colombia. La Nueva Granada vista por dos viajeros franceses del siglo XIX’. Saffray, Charles, 1833-1890.
3. Las ‘Gateras’ o ‘Gataneras’ comerciaban al detal.
Con este nombre eran conocidas las mujeres de descendencia africana, negras libres ante la sociedad, que se volcaron a las plazas y caminos militares para vender sus productos. Por lo general estas mujeres no tenían cabida en el mundo laboral, por eso vendían sus casabes, dulces y otros productos en lugares públicos.
En algunos informes de ingenieros se menciona la presencia de las ‘Gataneras’ en plazas públicas y al costado del camino militar denominado ‘Caponera’ (conexión exclusiva entre el San Felipe y la Media luna).
Tomada de ‘Geografía pintoresca de Colombia. La Nueva Granada vista por dos viajeros franceses del siglo XIX’. Saffray, Charles, 1833-1890.
4. Los negros libres trabajaban como mano de obra calificada en las construcciones.
Durante el siglo XVIII hubo una variedad de oficios desempeñados por descendientes africanos libres en las obras civiles y militares. De acuerdo con las investigaciones de Juan Marchena, José Manuel Serrano, María Cristina Navarrete y Julián Ruiz, la compra de esclavizados para la construcción de las fortificaciones en los siglos XVII y XVIII, resultaba costosa ya que había que asumir la manutención de estos.
‘El Cantero’, Carlos Alegría 1904. Colección Museo Nacional de Bellas Artes.
Por eso se dio la participación de alarifes, herreros, canteros, tejeros, ladrilleros, carpinteros, torneros, ebanistas, carpinteros de ribera, calafates, armeros, cerrajeros, aserradores de maderas, fundidores, faroleros, hojalateros, marineros, jornaleros, remeros, patronos de botes y muchos otros trabajadores a jornal.
En informes existentes se expone la presencia de hombres libres trabajando en conjunto con los esclavizados, quienes veían en el trabajo de fortificación de la ciudad una fuente de ingresos.
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Bibliografía:
Ruiz, Julián. 2014. Cartagena de Indias: Las influencias de una plaza fuerte en el XVII. Universidad de Sevilla.
Marchena, Juan. El poder de las piedras del Rey. El impacto de los modelos europeos de fortificación en la ciudad barroca americana. Universidad Pablo Olavide.
Navarrete, Maria. La provincia de Cartagena y su área de influencia en el siglo XVII. Revista Huellas. Universidad del Norte.
Historia en Kilómetros. (2017/05/18). La historia de la Boquilla. https://www.youtube.com/watch?v=h2di8agUqE0
Acevedo, Eduardo. 1968. Geografía Pintoresca de Colombia. Litografía Arco.
Marchena, Juan. 1992. Ejército y milicias en el mundo colonial americano. Mapfre.